[Live Review] Bulldozer en Sala RBX: La ira y el alcohol se toman la fría noche metalera

La sala del RBX se convirtió en el epicentro del metal en Santiago, este viernes 23 de agosto que es el mes más frío del año, para recibir por tercera vez, a los italianos de la primera ola del black metal, Bulldozer. El festejo, organizado por Chargola Producciones, contó con el respaldo de las bandas nacionales Demoniac, Saviour y Abysmal Death. Con un público ansioso y el ambiente cargado de energía, en una noche que se venía como una crónica anunciada de descontrol y alcohol por los aires.

Los porteños de Abysmal Death, encargados de abrir el show, nos ofrecieron una introducción poderosa al evento, sumergiéndonos en el oscuro y agresivo mundo del death metal. Su vocalista aparece desafiando las normas, vistiendo una polera de Morbid Angel, y reafirmando que este cuarteto tiene mucho por entregar con seguridad ante el estrado. Con parte de su setlist basado en su EP homónimo (2023) y canciones inéditas del nuevo material que estará disponible este 2025, presentaron una propuesta aplastante, peligrosa y ruidosa, con un death metal técnico, que destaca por sus growls oscuros, riffs ácidos y una batería estruendosa.

La banda ofrece un verdadero derroche de bestialidad, creando una atmósfera en la que la guerra no cesa, y donde como público fuimos invitados a adentrarnos en un mundo bélico con una connotación letal.

En una actuación de 30 minutos, tocando por segunda vez en Santiago, abordaron temáticas como el cuestionamiento de paradigmas, la espiritualidad, lo contracultural y la muerte. Su show no solo nos mostró la intensidad de su música, sino también una veta desafiante propia del género, que debe permanecer hasta el fin de los tiempos.

Y no podía falta el toque de old school death metal con Saviour, de vuelta en las pistas, entregándonos un show enérgico hasta los huesos, en el que interpretaron la esencia del metal clásico, con un sonido crudo y auténtico. El cuarto desplegó una potencia arrolladora, impregnando con blasfemia la fuerza primordial de lo más oscuro. La voz de José Roman, estuvo completamente cargada de un demonio interno, en una propuesta alta en metal, rock & roll y ocultismo. Presentaron tanto temas de su álbum “Memories of a spirit sentence” (2020), así como “Silence is Cold” el que fue una sorpresa, por ser parte del nuevo material, con baterías que retumbaron en todo el recinto, un bajo tormentoso, y riffs de guitarra que cortaban el aire letalmente. Desde sus raíces en Santiago, ya con un trecho de 31 años, en el que destilan influencias de Sodom y death, nos llevaron hasta un viaje breve por los años noventa, emanando veneno y experiencia.

Mientras que Demoniac, en plena etapa de su hype, tras su reciente paso por el Hellsinki Metal Fest, gracias a la promoción de Come to Latin America, también dejó una marca significativa y emotiva en la noche. Ya considerados como un orgullo nacional, Ortíz y compañía, reflejaron en el escenario su ferviente proyección internacional, en una presentación que nos devastó por completo, abriendo con “The trap” de su aclamado álbum So it goes (2021), mostrándonos su integridad, y un despliegue impresionante.

Con un blackened thrash metal que se manifiesta a través de voces agresivas, una batería imponente, riffs veloces, y bajos oscuros, arrasaron con la energía necesaria, impregnándonos

con sonidos retorcidos e innovadores, que incluso incorporaron el clarinete. Además de interpretar algunos temas de su última placa Nube Negra (2023), concluyeron su show, con la potente “Equilibrio fatal”, acompañada de un mosh en el centro, litros de alcohol por doquier, un headbanging a tope, y las felicitaciones de su fanaticada, que celebra su carrera en ascenso. Además, Demoniac formará parte de la antesala para Napalm Death y Lucifer el próximo 4 de octubre.

Para cerrar la noche, en la máxima locura y atmósfera desafiante, los europeos aparecían entre los humos y luces rojas para celebrar los 40 años de su emblemático álbum “The Day of Wrath”. Bajo su lema de gira “40 Years of Wrath, aparecieron exorcizando nuestras almas con “The Exorcism”, dejando en claro que estábamos en un punto sin retorno. Entonces fue cuando cada corte se convertía en una oda a la velocidad y agresividad innegable con “Cut-Throat”, “Insurrection of the living damned” y “Fallen angel”, mostrando el lado más legendario de sus inicios, con los solos de guitarra de Andy Panigada y la entrega de AC Wild.

Con “Mad Man” y “The Final Separation”, Bulldozer nos mostró el lado más oscuro de la personalidad del ser, y de esa manera rememoró la crudeza y el desafío inherente al black metal en su etapa primordial. Estos temas no solo intensificaron la atmósfera del show, sino que también reflejaron la influencia que la banda tuvo, posicionándose como una banda de culto, y que fue totalmente agradecida por el mar de gente que llegó hasta el RBX.

Con su estilo agresivo y vehemente, Bulldozer, nos aportó su mezcla única de speed y black thrash metal, con la bestia de Manu Collato en baterías, Ghiulz Borroni, en segunda guitarra y Giovanni Contini en los teclados, entregando lo mejor de su experiencia, y reviviendo un poco de su energía entregada, en su última visita del año 2018.

Un setlist que repasó no solamente el The Day of Wrath (1985), sino que también tuvo golpes del The Final Separation (1986), demostraron que el rock & roll no muere jamás, con una alineación que nos impacta por su sonoridad de bombazo, en un derroche de adrenalina, crudeza y experiencia. Junto a un público en su punto álgido de la locura, una sala derrochando litros de alcohol, stage diving en abundancia, y un recinto a capacidad completa, con una conexión eléctrica que nos hizo temblar los sesos.

La noche culminaba con “The Derby”, “Whisky Time”, siendo estas dos piezas claves, que nos conducen hacia lo frenético, lo efímero y pasar el momento, para darnos un último obsequio con “Overkill”, un tributo a Motörhead que desató el caos y la adrenalina entre todos los que deseábamos más, ofreciendo una despedida perfecta con la esencia inspiradora de Bulldozer.

Y es así como estos italianos, desafiaron los límites del metal extremo, en una mezcla de oscuridad y blasfemia, demostrando que como precursores siempre serán parte del legado en la historia de la música.

Setlist Saviour:

Memories of a

Spirit sentenced

Cropt of impure

Acumulator of soul

Silence is gold

Buried beyong

Setlist Demoniac:

The trap

Death comes

Granada

Intemperance