[Live Review] EL ANIVERSARIO NÚMERO 50 DE JOURNEY: Una fiesta con anfitrión e invitados inolvidables

Martes 17 de septiembre 2024. Estadio Santa Laura – Universidad Sek

En un Estadio Santa Laura, que por vigésimaprimera vez alberga un show de alta convocatoria, celebrar los 50 años de Journey -banda que ha marcado hitos en la vida de muchas generaciones-, en medio de un festejo patrio, junto a una leyenda del Hard Rock como es Deep Purple y con la apertura de Aleste, agrupación nacional que ha sobrevivido al tiempo y las distancias, se traduce en una fiesta musical que difícilmente podrá ser borrada de la mente y corazón de quienes pudimos ser testigos de ella.

ALESTE: Sonidos sólidos y recuerdos que evocan juventud.

Sin hacer esperar a los presentes que ya comenzaban a llenar el recinto, a las 18:00 ALESTE, banda nacional de rock que tuvo su auge en los ‘90, aparece en el escenario con la misma formación de ese entonces. Sorteando altos y bajos en el sonido con un inicio algo acoplado abren con “Como la Primera vez” de su disco homónimo de 1993. Seguido por “Secretos en el Sol” del LP “Del cielo está el Paraíso” (1996). Continuando con “Donde Estabas” del disco “La Máquina del tiempo” (2019) destacando las armonizaciones vocales. Hasta acá podemos notar la solidez en la voz de Rodrigo Espinoza y un trabajo afiatado entre toda la banda y la corista Claudia Barros.

Luego homenajean a Kiss con un cover bastante correcto de “Sure Know Something”, para volver a su primera placa con “Tiempo Blanco”, recalcando el dueto con Claudia Barros. Seguida por la balada “Nadie como yo”, que a más de alguien le trajo recuerdos de colegio, en una emotiva interpretación. Finalizan con “Cuando el cielo llora”, de su ya mencionado segundo LP, y cierran con el que ha sido su más grande éxito hasta hoy: “Hay un Límite”, coreado por la mayor parte de los presentes.

En resumen, una presentación sólida y precisa, en la cual se logra ver la afinidad de toda la banda y que aún, mediando años y distancias, siguen teniendo la misma fuerza y llegada que en sus inicios,

SETLIST

Como la primera vez
Secretos en el Sol
Donde Estabas
Sure Know Something (Cover de Kiss)
Tiempo Blanco
Nadie Como Yo
Cuando el Cielo Llora
Hay un Límite

DEEP PURPLE: Un viaje sonoro a través del tiempo que reafirmó su innegable legado.

Deep Purple, los maestros del hard rock, nos sumergieron en un viaje sonoro a través del tiempo que reafirmó su innegable legado. Con un setlist cuidadosamente seleccionado, la banda transportó a la audiencia a través de décadas de éxitos, demostrando que su energía y virtuosismo siguen intactos.

Puntuales, a las 19:00 horas, la icónica intro de “Mars, the Bringer of War” de Gustav Holst inundó el recinto, preparando el escenario para lo que vendría. Ian Gillan, el último en entrar, dio pie al clásico y potente “Highway Star” del aclamado “Machine Head” (1972). Como era de esperar, los primeros acordes desataron una ola de euforia en el público, que coreó cada nota con fervor.

A continuación, nos trasladaron a su última placa, “=1” (2024), con “A Bit on The Side”. Un cambio de ritmo sutil, pero igual de efectivo, que demostró la versatilidad de la banda. El groove irresistible y la interpretación impecable cautivaron al público.

La máquina del tiempo nos llevó al pasado nuevamente, específicamente al “In Rock” (1970), a través de una apasionada versión de “Into the Fire”. La sección rítmica, sólida como siempre, y la voz llena de pasión de Gillan, nos recordaron por qué es uno de los mejores vocalistas del rock.

Simon McBride, el guitarrista, se apoderó del escenario con un solo que nos transportó a otras dimensiones, creando un tapiz sonoro lleno de matices y virtuosismo. El público, ovacionó, demostrando una vez más por qué McBride es una pieza fundamental en el sonido actual de Deep Purple.

Del LP “Now What?!” (2013), “Uncommon Man”, dedicada a Jon Lord y su imborrable talento, en donde Airey lo conmemora de manera emotiva. Del último LP, nos trajeron “Lazy Sod”, una canción de riff pegadizo y enérgico, con diálogos entre la guitarra y el Hammond en una sincronía perfecta.

Otro solo, esta vez a cargo de Airey, seguido de una aplaudida copa de vino, permitió un breve respiro antes de continuar con “Lazy” del Machine Head. En su estilo más cercano al Rhythm and blues, con diálogos entre guitarra y teclado y la armónica de Gillan, encendió al público y llenó de ovaciones el recinto. Continuando con la misma placa, “When a Blind Man Cries” nunca falla en emocionar, pues incluso con la voz ya madura, Gillan nos llena de sentimiento.

Posteriormente, nos transportaron a 1993 y a su disco “The Battle Rages On…”, con sonoridades de Europa Oriental. “Anya”, una canción sobre una mujer húngara, destacó por su guitarra marcada y sonoridades que Blackmore mantendría en sus proyectos solistas posteriores.

El show siguió con otro emotivo momento: el solo a cargo de Don Airey homenajeando a Violeta Parra con pasajes de “Gracias a la Vida”. Luego de su último trabajo, vino “Bleeding Out” y del Machine Head, dos grandes clásicos: “Space Truckin” y el himno de generaciones “Smoke on the Water”, coreado desde el primer riff hasta la última palabra.

Como primer Encore, nos llevaron a su primer LP “Shades of Deep Purple” (1968) y a su primer éxito “Hush”, para dar cierre con “Black Night”. La energía volvió a subir al máximo, y el público se despidió de Deep Purple con una ovación ensordecedora y un Gillan abiertamente emocionado y agradecido.

En una hora y media, Deep Purple reafirmó su estatus como leyenda del rock con una actuación que demostró la vigencia de su música y la energía inagotable de la banda, conectando con su público y dejando claro que su legado sigue vivo.

SETLIST

Mars, the Bringer of War (Gustav Holst song)
Highway Star
A Bit on the Side
Into the Fire
Guitar Solo (Simon McBride)
Uncommon Man
Lazy Sod
Keyboard Solo (Don Airey)
Lazy
When a Blind Man Cries
Anya}
Keyboard Solo (Don Airey)
Bleeding Obvious
Space Truckin’
Smoke on the Water

Encore:

Hush
Black Night

JOURNEY: A 50 años de rock la magia sigue viva.

Journey, celebrando su 50 aniversario, ofreció una actuación icónica que transportó al público a la edad de oro del rock. El setlist, una cuidadosa mezcla de éxitos clásicos y favoritos de los fans, fue un viaje nostálgico por la discografía de la banda.

A las 19:02, la intro dio inicio a la tan esperada celebración. “Only the Young”, sencillo de 1985 incluido en la banda sonora de “Vision Quest”, fue el primer tema, transportando al público a una época de juventud y rebeldía. Sin embargo, algunos desbalances en el sonido inicial restaron brillo a la interpretación. “Be Good to Yourself”, del disco “Escape” (1981), siguió, dando paso a un impresionante solo de guitarra de Neal Schon que demostró su virtuosismo intacto.

Del emblemático “Escape”, se interpretaron “Stone in Love” con su característico riff y ritmo marcado, y “Keep on Running”, en esta última con una poderosa voz principal de Deen Castronovo. Arnel Pineda regresó al escenario con “Ask the Lonely” de 1983, que fue parte de la banda sonora de “Two of a Kind”, seguido de la homónima “Escape” y “Chain Reaction” del disco “Frontiers” (1983). A partir de este momento, el sonido se equilibró, permitiendo apreciar mejor la calidad de la interpretación.

“Lights”, del disco “Infinity” (1978), liderado nuevamente por la voz de Castranovo, fue un momento emotivo en el que el público iluminó el estadio con sus celulares. “Still the Ride” del “Escape”, con Arnel en su versión más emotiva y con un intermezzo de cuerdas de Schon, y “Girl Can’t Help It” del “Raised On Radio” (1986), en una magnífica interpretación liderada por la voz el tecladista Jason Derlatka, continuaron con la misma energía, destacando las armonías vocales características de la banda.

La emotiva “Send her my Love” del “Frontiers”, enmarcada por una pantalla llena de pétalos de rosa, fue seguida por el clásico del “Escape”, “Who’s Crying Now”. Luego “Loving, Touching, Squeezing” del LP “Evolution” (1979), con toques R&B y un memorable solo de guitarra de Schon, mientras Pineda recorría la valla, compartiendo con los fans y firmando autógrafos, fue otro momento destacado.

Un emotivo solo de piano de Jonathan Cain introdujo el icónico “Open Arms” donde Pineda demostró con creces por qué es un digno sucesor de Steve Perry.

“Faithfully” del “Frontiers”, “Line of Fire” del disco “Departure” (1980) y “Dead or Alive” del “Escape” continuaron la fiesta, dando paso a un último solo de Schon. “Wheel in the Sky” del disco “Infinity” (1978), canción con un doble bombo potente en ciertas secciones y en la cual Arnel le rinde honores a la bandera, fue otro momento hito de la jornada.

El concierto culminó con una intensa interpretación de “Separate Ways (Worlds Apart)” del “Frontiers” y los clásicos “Don’t Stop Believin'” y “Any Way You Want It”, en una impresionante actuación donde la energía de la banda fue contagiosa, y la audiencia completamente cautivada y agradecida.

En resumen, Journey, en sus dos horas de música reafirmó su estatus como una de las bandas de rock más importantes de todos los tiempos, demostrando que su música sigue siendo atemporal y está más vigente que nunca.

SETLIST

Intro