[Live Review] POSSESSED en Chile: Cuatro Décadas del Evangelio Profano de Seven Churches
Martes 24 de junio 2025 Teatro Cariola
Otra jornada intensa de metal en su máxima expresión en Santiago; específicamente en el mítico Teatro Cariola, que, como saben, se ha convertido en la cuna del metal en este último tiempo. Lo vivido la noche del martes 24 de junio se puede resumir en una palabra:
INTENSIDAD. Regresaba al país uno de los próceres del metal: el esforzado e incombustible Jeff Becerra, al mando de su banda POSSESSED, teloneados por dos cartas nacionales: KOLOSSAL REMAINS y EXECRATOR. POSSESSED, sin duda para muchos, es uno de los referentes del metal más crudo; técnica y brutalidad convierten a esta agrupación en una de las bandas esenciales, disputándose con los legendarios DEATH el cetro de quién fue el creador del sonido Death Metal. Aunque ambas fueron cruciales, se podría decir que POSSESSED nombró al hijo y DEATH lo crió… cosas del metal.
Esta noche tuvo a dos cartas importantes de la baraja . La primera: KOLOSSAL REMAINS, una banda nueva de chicos que no superan los dieciocho años, pero tocando a la usanza del viejo death metal noventero… gutural, primigenio, sin adornos y directo al hueso. Unas voces increíbles que me recordaron rápidamente a los primeros trabajos de SUFFOCATION. Lo que sí, a ratos el sonido se volvió un poco como una masa, debido a lo fuerte del volumen de sala, pero eso no opacó para nada la presentación de estos noveles exponentes del death metal. Temas como: Alineate, Non Deliverate, Unconscious, Unrestricted, Condemned, entre otros; casi 30 intensísimos minutos, los cuales dejaron gratamente sorprendidos a muchos (me incluyo) con esta presentación. Se ve futuro en esta nueva camada de metal y ojalá no desvíen el camino para experimentar cosas. Necesitamos seguir oyendo el viejo death metal tocado a la antigua… ¡HAY FUTURO SEÑORES!
La segunda carta es más bien un AS: EXECRATOR nuevamente en escena. Álvaro Lillo, una de las figuras más importantes que tenemos en el metal nacional, cuya carrera ha sido, por decir lo menos, histórica. Ahora quemando sus últimos cartuchos antes de volver a Europa y mostrando el poderío de este EXECRATOR versión 2025: brutal, blasfemo y técnico, concretando la receta perfecta de cómo debe ser una banda de metal. Mostraron temas como: Suicide, Tears… Blood, Black Goat, Born Again, Symptom of Darkness, De sangre y de fuego, Men and Their Gods, Reprisal, That Forgotten War, Death of God, y cerrando con Silent Murder. Una presentación potente (como lo dije antes) pulcra y brutal, algo a lo que la banda ya nos tiene acostumbrados. Sabemos a qué vamos y lo que nos vamos a encontrar, cosa que no sé si es buena o no, ya que el factor sorpresa como que se pierde un poco, pero nada que decir… ¡verdaderas máquinas de metal!
A eso de las 21:30 fue el turno del plato fuerte… POSSESSED nuevamente azotando tierras nacionales, celebrando sus 40 años de su obra maestra “Seven Churches”. Jeff Becerra y su horda haciendo temblar el Cariola nuevamente, partiendo su demoledora performance con The Eyes of Horror, tema clásico que le daba nombre a su EP de 1987, seguido por Tribulation, otro corte clásico proveniente del “Beyond the Gates” (1986). Demon, un corte de su más nuevo trabajo titulado “Revelations of Oblivion” (2019), siguió con la senda de sus antiguos trabajos, puliendo quizás un poco más la técnica, pero sin dejar la crudeza característica a la que nos tiene acostumbrados la banda. Ahora sí que se venía el plato de fondo… el set completo del mítico “Seven Churches” (1985) en su correcto orden (ojo que no es primera vez que la banda realiza este repaso en Chile, la primera vez fue en el extinto Kmasú el año 2013), partiendo con su clásica intro The Exorcist, creando una catarsis dentro de los asistentes, que protagonizaron un mosh destructivo sin caras felices ni camaradería, ¡sino odio puro! Luego siguieron los temas: Pentagram, Burning in Hell, Evil Warriors, Seven Churches, Satan s Curse, Holy Hell, Twisted Minds, Fallen Angel, y cerrando la revisión de este clásico disco con el tema Death Metal (con bengalazo incluido). Metal en su más clásica expresión, no podíamos pedir más. Ya cerrando la actuación de la banda con cortes como Graven, Seance, y el broche de oro: el clásico Swing of the Axe. Una actuación centrada en revisar su discografía más clásica y mostrar parte de su nuevo material, que, como antes mencionaba, no perdió su toque mágico. Eso que destaca a POSSESSED del resto.
Lo que sí debo mencionar como un detalle importante: el sonido no fue de los mejores, lo que en ciertos momentos no permitió percibir detalles importantes en la ejecución de los temas. Pero eso no merma que el show fue impactante, hay que dejarlo claro. Lo que sí fue grave fue la actitud de los imbéciles de siempre —incluso llamarlos imbéciles me queda corto— los que hicieron una avalancha para ingresar a la mala al show, con todos los riesgos que conlleva esa práctica de “cuma aggressor”, que, pese a lo que ha pasado en otros shows (como en el de DOOM, por ejemplo, donde murieron cinco personas aplastadas) no toman conciencia del daño que pueden causar. Pero esto no opacó en nada un show esperado por muchos, pese a que ya se habían presentado el año pasado.
Visitas como esta se agradecen siempre.
Lo de anoche fue mucho más que un recital. Fue un golpe directo al pecho, un recordatorio de por qué seguimos aquí, firmes, con el puño en alto, después de tantos años. POSSESSED nos entregó una lección de crudeza y honestidad, sin maquillajes ni filtros. Jeff Becerra, símbolo de lucha y pasión, nos dio un show con alma, con garra, con historia. No importó el sonido imperfecto, ni los idiotas de siempre queriendo arruinar la experiencia. El metal verdadero sigue vivo, y anoche rugió fuerte desde el Cariola. Para los que sienten esta música, fue un ritual que no se olvida. El resto, simplemente no lo entendería.
Review por: Octavio Ramos
Fotografías por: Rubén Gárate (@brutal_pebre_ en IG).