[Live Review] LEFT TO DIE, El legado sigue intacto
Sábado 18 de enero 2025 Teatro Cariola
El caluroso sábado 18 de enero de 2025 quedará grabado en la memoria de los fanáticos del verdadero death metal clásico. Esa tarde, las generaciones nueva y antigua de bangers se reunieron con un único propósito: conmemorar la figura y el legado de uno de los grandes genios que el metal nos dejó, el inolvidable Chuck Schuldiner. Fallecido el 13 de diciembre de 2001 a la temprana edad de 34 años debido a un tumor cancerígeno cerebral, Chuck marcó un antes y un después en la historia del género.
En esta ocasión, la tarea de enaltecer el legado de “Evil Chuck” recayó en LEFT TO DIE, una banda formada por antiguos miembros de DEATH de la época del glorioso álbum Leprosy (1988). Rick Rozz, en la guitarra rítmica, y Terry Butler, en el bajo (aunque no grabó el disco, fue incluido en los créditos por su gran amistad con Chuck), lideraron el homenaje junto a Matt Harvey en la primera guitarra y voz, y Gus Ríos en la batería, ambos integrantes de GRUESOME. LEFT TO DIE se encargó de revivir el sonido de los icónicos álbumes Scream Bloody Gore (1987) y el mencionado Leprosy, transportando a los asistentes a la época dorada del death metal de Florida. La banda logró unir a los antiguos fans con las nuevas generaciones, resucitando con maestría el legado de Schuldiner y recordándonos por qué su música y su visión permanecen inmortales. El lugar elegido fue el incombustible teatro Cariola, el nuevo bastión del metal de la calle San Diego. Junto a ellos, tuvieron la oportunidad de estar presentes en esta jornada bandas como COFFINBIRTH, DARKSPELL y los hijos de Lucifer, como lo son los poderosos EXECRATOR, metal muerto por excelencia.
Alrededor de las 19 horas, es el turno de abrir la jornada los santiaguinos de COFFINBIRTH, mostrando un oscuro death metal con una temática ocultista por excelencia, bien trabajada, pero lamentablemente una puesta en escena más bien tibia que en ratos no iba de la mano con la música que se estaba ejecutando. De la mano de su guitarrista y vocalista Alberto Parra, que hay que destacar, tiene un tremendo vozarrón que lanzaba sus maldiciones en temas como: Letanías del libro negro de Alsophocus, Desde la fosa común, El eterno naufragio, Sacrificio, Legiones de la tumba, Miasma, Entes, Ataúd y cerrando con Al-Azif. Musicalmente, una sólida presentación, pero hubiera sido mejor ver una puesta en escena más representativa a lo que estamos escuchando, aunque esto no quita mérito de una buena presentación acorde para la ocasión.
Cercano a las 20 horas y ya con un marco de público bastante respetable, es el turno de DARKSPELL, tocando un death-thrash que inspiró los primeros mosh de la jornada, con una puesta en escena poderosa conjugada con su música, lo que prendió al público mostrando una calidad en la ejecución. Haciendo metal muerto desde 2018, con una creciente discografía que incluye su larga duración llamado Into the Darkness (2020) y su reciente EP Victorious Reminiscent of Darkness (2024), en lo que se centró el setlist de su presentación, con temas como: Unholy Sun, Dawn Of Golgotha, Punished by Your Own Hand, Darkspell, Curse Of Enoch, cerrando con broche de oro con Gates Of Hell. A modo personal, encontré una muy buena presentación, tomando lo dicho anteriormente respecto a una “buena puesta en escena”. Lo que DARKSPELL sí mostró a lo largo de su presentación, a modo de destacar, es su frontman Gonzalo Vera, el cual tuvo todo lo que un vocalista debe presentar en el metal: carisma, histrionismo y calidad vocal. ¡Excelente presentación!
Ya acercándonos a las 21 horas y con un teatro casi al tope de su capacidad, toca el turno de los apadrinados por el mismo Lucifer, me refiero a los incombustibles EXECRATOR, de la mano de su carismático frontman Álvaro Lillo. No tienen mayor presentación alguna, con una presentación más depurada y con elementos visuales respecto a lo mostrado en menos de un mes junto a Pentagram en el mismo recinto, nos llevaron nuevamente a revivir viejas glorias del metal nacional, esta vez con un sonido más depurado, pero no por eso menos poderoso que la última vez que tuve la oportunidad de verlos en el mismo teatro, incluso en la misma posición y lugar jajaja. Pero esta vez, el calor reinante nos emulaba estar en una de las salas del averno, presenciando death metal ejecutado por demonios… bueno, es más o menos lo que presentó la banda con su poderosa puesta en escena, dándonos un paseo por su amplia discografía con temas como: Born Again, Suicide, Reprisal, Symptom Of Darkness, Tears… Blood, Hate Inside the Flesh, Your God Is A Lie, Men And Their Gods y De sangre y de fuego (pertenecientes a su nueva placa en proceso de producción), siguiendo con Silent Murder y el cierre con Death Of God. Presentación centrada principalmente en sus dos larga duración, como lo son Silent Murder (1996) y su placa homónima EXECRATOR (1998). Una presentación espectacular, tal como nos tiene acostumbrado el demonio Álvaro Lillo a lo largo de su exitosa carrera. Pronto, la banda se embarcará en una extensa gira por el territorio nacional, lo cual da la oportunidad de que los bangers de regiones puedan ser partícipes de este intenso show aprobado por el mismo Lucifer.
A eso de las 10 de la noche, cuando en el Cariola ya no cabía un alma, saltan en escena LEFT TO DIE. Más que banda tributo, es un homenaje a la obra del verdadero padrino del Death Metal, un tipo que llevó a la música extrema a niveles insospechados y que dejó un legado inmenso entre las generaciones de bangers a nivel mundial. Seguir la huella de un grande como lo fue Chuck Schuldiner no es fácil, estamos hablando de un verdadero talento, un genio tanto en lo musical como en lo lírico, que creó un verdadero sonido dentro de lo extremo y le puso su sello personal, el cual estuvo en nuestro país en el marco del Chile Metal Fest, un 7 de noviembre del año 1998, junto a CANNIBAL CORPSE, INCANTATION y los nacionales DORSO, show en el cual sí estuve presente, como los tantos 100.000 bangers que dicen haber estado ahí ese día en el Teatro Monumental, ahora Teatro Caupolicán jajaj. Aquella ocasión solo tuvimos la oportunidad de escuchar solo dos cortes de los discos que en esta oportunidad LEFT TO DIE conmemoran, temas como Pull The Plug (Leprosy) y Zombie Ritual (Scream Bloody Gore); aquella ocasión estuvo más centrada en discos como Sound Of Perseverance (placa de la gira que promocionaban aquel entonces), Human, Symbolic e Individual Thought Patterns, lo que hacía en esta oportunidad poder escuchar íntegramente los comienzos de la banda, Scream Bloody Gore y Leprosy. LEFT TO DIE, como antes mencionaba, con una formación de lujo: Rick Rozz, en la guitarra rítmica, y Terry Butler, en el bajo, junto a Matt Harvey en la primera guitarra y voz, y Gus Ríos en la batería, nos devolvieron a 1987, recreando el mismo sonido. Incluso el gatilleo de voz de Matt Harvey nos hacía creer a ratos que estábamos en presencia de Evil Chuck… La carne de gallina fue constante durante toda la presentación, tras el bombardeo de temas que llevaron al éxtasis mismo a los reales fanáticos de la banda, recreando cada detalle y no dejando ningún cabo suelto. Abriendo la presentación con Leprosy, lo que casi manda abajo al Cariola, tocado a la perfección, seguidos por Born Dead, Infernal Death (con bengala incluida, la cual dejó más que sorprendidos a los músicos, los cuales no evaluaban que estaban frente a una de las audiencias más salvajes del metal a nivel mundial), Sacrificial, Forgotten Past, Open Casket, Primitive Ways, Choke On It, Torn To Pieces, Regurgitated Guts, Left To Die, Zombie Ritual, Scream Bloody Gore, Pull The Plug y cerrando con el espectacular Evil Dead, dejándonos (me incluyo) atónitos ante tamaña descarga de metal, los cuales me aventuro a decirlo, soltaron una que otra lágrima por lo presenciado esta calurosa noche, y digo calurosa porque en realidad ¡ESO ERA UNA VERDADERA CALDERA!
En resumen, lo vivido fue sin duda algo inolvidable tanto para las nuevas generaciones de bangers como la vieja escuela. Poder presenciar dos tremendos discos en vivo, verdaderos íconos del metal a nivel mundial, es impagable. Quiero recalcar además, para los muchos haters que dicen… “nah, es solo un miserable tributo y bla bla bla”, esto que tuvimos la suerte de ver no es solo un simple tributo, no es una banda que se dedicó a copiar y a tocar temas de la banda, sino una verdadera CONMEMORACIÓN de dos discos insignes de la carrera de uno de los más grandes dentro de la historia (lo seguiré repitiendo siempre), demostrando que el legado que dejó Schuldiner sigue más vivo que nunca en los corazones de sus fans y que esto seguirá perdurando por el tiempo, quizás para siempre. Y como se dice en el dicho, el que no se olvida, no ha muerto. Antes de cerrar, agradecer a la producción de Chargola Pro, a PowerMetal Prods, al mismísimo Mr. Wolf por poder traer este tremendo show, el cual dejó una huella y trajo un poco de alegría a los verdaderos seguidores del viejo death metal, lo cual no tiene precio.
Review por Octavio Ramos A.
Fotografías gentileza de por : Rubén Gárate (@brutal_pebre_)