[Live Review] HAKEN: Los Arquitectos del Progresivo Moderno

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Viernes 02 de mayo 2025 Teatro Cariola

Todo comenzó con una curiosidad: ¿cómo podía una banda mezclar la brutalidad del metal, la precisión de suaves pasajes y la ambición del rock progresivo sin perder el alma en el intento? Fue entonces cuando descubrí a HAKEN. No fue una escucha casual, sino una caída libre por un túnel de capas sonoras, compases impares y emociones desbordadas. Como si cada canción fuera un rompecabezas que no busca encajar, sino expandirse. Desde ese momento, entendí que HAKEN no hace música para llenar silencios, sino para abrir preguntas.

Llegando al Teatro Cariola por calle San Diego, ya se intuía que la noche sería especial: Una larga fila serpenteaba por la vereda, cargada de expectativa y devoción. El ambiente tenía algo de ritual. Se veían padres con sus hijos, pasando la antorcha generacional del rock progresivo, señalando con orgullo que esta también era una banda que había que conocer. Otros lucían poleras de Tool, Dream Theater o Porcupine Tree, una señal clara de que el público no venía por casualidad: era una audiencia culta, atenta, y más que preparada para recibir por tercera vez en suelo chileno a HAKEN, los arquitectos británicos del caos melódico.

A las 20:20 horas, Las luces bajaron y el escenario cobró vida para recibir a Delta, la destacada banda chilena-argentina de metal progresivo, que irrumpió en el escenario con toda la energía y potencia que los caracteriza. Liderados por la carismática y talentosa Paula Loza, su presentación fue un equilibrio perfecto entre la rudeza de los riffs afilados y la sutileza de las melodías vocales, que se deslizaban con elegancia sobre una base instrumental sólida y técnica.

Su setlist recorrió gran parte de Gemini, su más reciente trabajo de estudio, un álbum sólido que refleja con claridad la evolución sonora de la banda. Con composiciones más maduras, arreglos sofisticados y una identidad cada vez más definida, Delta dejó en claro que está atravesando uno de sus momentos creativos más inspirados.

El público, receptivo desde el primer acorde, comenzó a entrar en sintonía, moviéndose al ritmo del set y soltando las primeras ovaciones de la noche. Delta no solo calentó motores: preparó el terreno con altura para lo que se avecinaba con HAKEN.

Y entonces, a las 21:30 en punto, como solo una banda británica sabe hacerlo, llegó lo que todos esperábamos. HAKEN hizo su entrada al escenario, y antes de que pudiera reaccionar, las guitarras afiladas cortaron el aire, llenando el Teatro Cariola con una energía inconfundible. El público, respondió con una ovación tan ensordecedora que se sentía en cada rincón del lugar. En ese momento, me di cuenta de que no importaba cuántas veces los hubiera visto, la emoción seguía intacta. Aquella sensación de que todo lo vivido, las canciones escuchadas una y otra vez, los recuerdos de sus anteriores shows, la ansiedad acumulada durante años, había valido la pena. En ese instante, comprendí que ver a HAKEN por tercera vez en Chile era algo más que un simple concierto: era el reencuentro con una banda que, con cada visita, deja una huella más profunda.

Con “Puzzle Box” abriendo los fuegos, HAKEN dejó claro desde el primer instante que la noche sería una experiencia trascendental. La canción, cargada de complejidad y emoción, invita a la reflexión profunda, a adentrarse en un laberinto de sonidos que parecen tener tantas respuestas como preguntas. Mientras la energía se desbordaba en el escenario, algunos fans, ansiosos por capturar el momento, alzaban sus celulares, conscientes de que estaban presenciando algo único. Sin embargo, más allá de los registros digitales, lo que quedaba claro era que lo que realmente importaba era la calidad pura de lo que se vivía ahí: una conexión total entre la banda y su público, todos vibrando al unísono con cada acorde.

El setlist, una mezcla perfecta entre Fauna y The Mountain, nos daba la certeza de que lo mejor estaba por venir. Y no nos equivocamos. Cuando el clímax del show comenzaba a tomar forma, llegó “Cockroach King”, esa canción tan querida por los fans, que nunca deja de sorprender en cada interpretación. Desde el primer acorde, la voz de Ross Jennings se alzó como el timón que guía la travesía de una pieza tan experimental como única. La versatilidad de su registro vocal se entrelazó perfectamente con la de los sonidos, llevándonos por pasajes de pureza melódica y momentos de pura innovación. En “Cockroach King”, el metal progresivo de HAKEN dejó claro que no hay límites: se atrevieron a explorar territorios lúdicos, jugando con texturas y ritmos inusuales, mientras su creatividad desbordaba en cada giro inesperado. La banda no solo desafió las convenciones del género, sino que también demostró por qué son uno de los pilares más influyentes de la escena progresiva moderna.

“Prosthetic” fue una verdadera descarga al mentón, un golpe directo de brutalidad que no dio respiro. Desde los primeros compases, la energía se intensificó y los fans, como si fuera un ritual, se unieron con coros en las secciones melódicas, creando una complicidad palpable con la banda. El público, entregado por completo, no solo aplaudió: agradeció en cada nota el sonido tan impecable y preciso que emanaba del escenario. Hacía tiempo que no escuchaba algo tan perfecto en vivo, una sincronización tan exacta entre la banda y su audiencia que hacía que el concierto se sintiera como una experiencia compartida, como si todo encajara a la perfección, sin fisuras.

Después de más de una hora y media de metal directo, con guitarras afiladas y energía imparable, HAKEN se retiró del escenario bajo una ovación ensordecedora. Sin embargo, algo faltaba en el aire, y el público lo sabía. En cuestión de segundos, el nombre de la banda empezó a retumbar por todo el Teatro Cariola: “HAKEN! HAKEN!”. Los gritos crecieron, cada vez más intensos, hasta que finalmente, el escenario se iluminó una vez más. La banda regresó con la promesa de un cierre épico, y no decepcionaron. La última canción de la noche no podía ser otra que “Visions”, una pieza que explora desde las armonías más suaves y hermosas hasta una rudeza imponente. Con cada acorde, HAKEN rindió homenaje al legado del rock progresivo, demostrando que la música puede ser un territorio vasto para la exploración, sin miedo a combinar pasajes cálidos con momentos oscuros, creando una experiencia sonora única y compleja.

HAKEN dio una clara muestra de que el legado de gigantes como King Crimson, Yes y Gentle Giant sigue vivo y más fuerte que nunca. La banda ha asumido con orgullo el testigo de estas leyendas, demostrando que el camino del rock progresivo sigue en manos de nuevas generaciones que, con creatividad y técnica, lo llevan hacia nuevos horizontes. Esta continuidad da una profunda tranquilidad a los fans más acérrimos del género, sobre todo en Chile, un lugar que ha sido testigo de la vigencia del progresivo y su creciente impacto. Fue una noche de esas que quedan grabadas en la memoria, un espectáculo que no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó. Una vez más, HAKEN deslumbró, dejando claro que el progresivo no solo sobrevive, sino que sigue evolucionando, desafiando y conquistando a todos los que lo viven con pasión.

Setlist Delta

Gemini

Fears

So Wrong!

The Great Dilemma

Oceans

The Humanest

My Addictions

Setlist Haken

Puzzle Box

Atlas Stone

Beneath The White Rainbow

Cockroach King

Canary Yellow

1985

Prosthetic

Carousel

Falling Back To Earth

Drowning In The Flood

Visions

Review por: Luis Jara

Fotografias gentileza de Hugo Hinojosa (@shicolugo en Instagram)

 

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