SLAYER 29 Años de Reign in Blood

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Reign in Blood es el tercer álbum de estudio y el debut con una compañía discográfica internacional de la banda estadounidense de thrash metal Slayer. Fue lanzado al mercado el 7 de octubre de 1986, el álbum significó la primera colaboración de la banda con el productor discográfico Rick Rubin, determinante en la evolución del sonido de la banda.

Reign in Blood fue muy bien recibido tanto por la crítica como por los seguidores y fue el responsable de acercar a Slayer al groso de los seguidores del heavy metal. La revista Kerrang! describió el álbum como “el más duro de todos los tiempos”, y un punto de inflexión para el thrash metal y el death metal.

El lanzamiento de Reign in Blood fue demorado por inquietudes con la portada y las letras del álbum. La pista que abre el álbum, “Angel of Death“, referente a Josef Mengele y que describe los actos ocurridos en el campo de concentración de Auschwitz, provocó alegaciones de nazismo. Aunque la banda ha rechazado en numerosas ocasiones simpatizar con el nazismo y que simplemente están interesados en el tema.

El álbum fue el primero de Slayer en entrar en la lista del Billboard 200, llegando al puesto número 94, además de certificado como disco de oro por la RIAA en Estados Unidos el 20 de noviembre de 1992.

Reign in Blood fue grabado y producido en Los Ángeles con Rick Rubin. Este álbum significó la primera experiencia profesional del jefe de la discográfica con el heavy metal, y su perspectiva original llevó a un drástico cambio del sonido de Slayer. Steve Huey de Allmusic cree que Rubin consiguió canciones más rápidas y ajustadas de la banda, y que hizo una producción de sonido limpio que contrastaba sobremanera con las grabaciones anteriores de la banda. Esto dio como resultado un drástico cambio de sonido de Slayer, además de cambiar la percepción de los seguidores respecto a la banda. Araya ha admitido que sus dos anteriores trabajos ni se le acercan en cuanto a la producción. El guitarrista Kerry King después diría que “era como, wow, se oye todo, y esos muchachos no sólo están tocando rápido; esas notas entran en su tiempo”.

Hanneman ha admitido desde entonces que mientras la banda escuchaba MetallicaMegadeth en aquella época, encontraban las repeticiones de los riffs de guitarra cansinos. “Si hacemos una estrofa dos o tres veces, ya nos cansamos de ella. Así que no intentábamos hacer las canciones más cortas -sólo era lo que hacíamos”, quedando como resultado un álbum de 29 minutos. King dijo que aunque álbumes de una hora de duración eran lo que se llevaba; “podías quitar esta parte; acortar esta otra completamente, y hacer un álbum mucho más intenso, que es lo que hicimos”. Cuando el álbum estaba terminado, la banda se reunió con Rubin, que preguntó “¿te das cuenta de lo corto que es esto?” Los miembros de la banda se miraron el uno al otro, y contestaron “¿Y qué?”4 El álbum completo estaba en una cara de un casete; King dijo que era “recogido”, porque “podías oírlo, darle la vuelta, y volver a oírlo”. La música es abrasiva y más rápida que anteriores grabaciones ayudando a crear distancia entre el thrash metal y su predecesor hardcore punk, y se escucha a una media de 210 pulsaciones por minuto.

Un crítico musical lo resumió así: “Debido a la influencia punk de Reign in Blood, las canciones son rapidísimas, conteniendo poca o ninguna repetición o estructura predecible. Debido a esto, el álbum fluye suavemente entre una canción y otra formando una sólida media hora de thrash”

Reign in Blood es considerado por los críticos como uno de los álbumes de thrash metal más influyente y extremo. MTV, en su lista de “las más grandes bandas de metal de todos los tiempos” alabó “los ritmos en registros bajos, guitarras infecciosas, letras gráficamente violentas y el espeluznante diseño gráfico” de Slayer, diciendo que “pusieron los estándares para docenas de bandas de thrash emergentes”, mientras que “la música de Slayer fue directamente responsable del surgimiento del death metal“. La MTV describió Reign in Blood como un álbum de escucha esencial, y el álbum fue posicionado en el puesto número siete en la lista de “los 25 álbumes de metal más influyentes.

La distribuidora de Def Jam, Columbia Records, se negó a lanzar el álbum debido a las letras de las canciones y la portada del álbum. Reign in Blood finalmente fue distribuido por Geffen Records; de todas maneras, debido a la controversia no apareció en la agenda de lanzamientos de Geffen.

La portada fue diseñada por Larry Carroll, que en la misma época estaba creando ilustraciones políticas para The ProgressiveVillage VoiceThe New York Times. Cuando se terminó la portada, uno de los miembros de la banda no estaba contento con el resultado. Pero, cuando otro miembro de la banda se lo enseñó a su madre, recibiendo un “asqueroso” como definición, decidieron mantenerlo, creyendo que “tenían algo”.4 La portada apareció en la lista de “las diez mejores portadas de heavy metal de todos los tiempos” de Blender magazine en 2006.

 

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