[Live Review] Draconian en Chile: ”Una noche teñida de Doom en Club Chocolate” Martes 29 de agosto

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Los suecos de Draconian se presentan por primera vez en Chile en el marco de la presentación de su último trabajo de estudio Under A Godless Veil, que fue lanzado en plena Pandemia del Coronavirus (COVID-19) y lo quisieron hacer con todo, escogiendo como teloneros a los chilenos de Poema Arcanus, quienes gozan de una amplia trayectoria en la escena del metal nacional, con 30 años de historia, se presentaron, esta vez, junto a los suecos, generando una noche mística y llena de Doom Metal en Club Chocolate, como parte de la conmemoración sus 30 años de historia.

En esta ocasión hicieron una pasadita rápida por sus temas clásicos del disco Iconoclast (2002) dando inicio a las 8 pm con uno de sus temas ícono del disco The Crawling Mirror, canción con la cual encendieron los ánimos del recinto y dieron inicio a esta oscura noche, para luego dar paso al único tema que tocaron de su último trabajo Stardust Solitude (2020), con el cual los asistentes encendieron las llamas del Doom Metal, The Lighthouse Keeper y con esto ya tenían más que ganado al público. Debo decir, a título personal, que el público del Doom Metal, es un público bastante tranquilo y variado de edad, a diferencia de otros estilos de metal, por lo que sorprende que haya habido un respeto único con los artistas que estaban en el escenario, sin embargo, se sentía la energía del público cuando la banda repasaba sus temas. Continuaron con Elixir, del mismo álbum Iconoclast, en donde la gente estaba inmersa en el trance que generaba la interpretación de Claudio Carrasco (vocalista de la banda), quien, aprovecho de decir, sabe trabajar y cuidar su voz para tener una calidad vocal impecable a pesar de tener 30 años de trayectoria en la banda, eso fue una de las cosas más impresionantes de la presentación que se extendió por aproximadamente 40 minutos.

Luego del éxtasis vivido por las primeras 3 canciones, pasamos a la calma con Impressions, se observaba a una banda muy calma y muy a gusto con lo que hacían, junto a un publico que disfrutaba al máximo de esta interpretación. Luego de esto, llegó la hora del último tema programado, Desintegración, con el que dieron el cierre a su presentación previo al plato fuerte que todos esperaban. Con esta canción dejaron los motores más que encendidos para sus sucesores.

Para haber tocado 5 temas, estuvieron un tiempo bastante correcto, escogieron un repertorio justo y preciso para satisfacer al público; como dije anteriormente, la calidad de la banda no decae con el tiempo, se han sabido mantener y perfeccionar con el tiempo y no defraudan y lo más importante, generan comunicación con la gente, manteniéndolos cautivos todo el tiempo.

Ahora pasemos al plato principal, los suecos de Draconian hacen su aparición en el escenario a eso de las 21 hrs, encendiendo, una vez mas a todos los asistentes a Club Chocolate, repasando sus casi 30 años de trayectoria y promocionando su último trabajo Under a Goodles Veil, la banda se apresta a aparecer en el escenario con todo su poder y oscuridad, teniendo al público a sus pies. Partieron con The Sacrificial Flame, de su último disco de estudio en donde el público se rindió ante el poder de Anders Jacobson (vocalista masculino de la banda) y de la armonía de Lisa Johansson (vocalista femenina) para dar paso a Lustrous Heart que siguió la misma temática que el primer tema, en ese momento ya la banda estaba ejerciendo dominancia al público. Siguieron con The Sethian, en donde hubo una explosión por parte del público, la corona ya la tenía puesta Anders, quien estaba al mando del timón en conjunto con Lisa durante sus próximas 2 canciones, en las que Lisa logra mayor protagonismo hasta que llegamos a Sorrow of Sofia en donde destaca la dulzura de la voz de Lisa, canción en la cual también se calman los ánimos, luego de un constante bombardeo de éxtasis, sin dejar de lado los guturales que caracterizan a la banda. Continuaron con Seasons Apart, y dieron paso a la nostalgia, Anders dijo “this is the fisrt song from our firt Album”, y es cuando apareció The Cry Of Silence, canción erizó la piel de los que conocen los orígenes de la banda, aquí el público tomó un lugar protagónico importante, corearon de inicio a fin la canción.

Llega el turno de Scenery of Loss, momento en que Club Chocolate toma calma para apreciar la maravillosa voz de Lisa que logra llevar a un trance que luego se torna en baterías y guitarras pesadas, logrando nuevamente llevar a tope la energía, se sentía mucha energía, la cual se mantuvo hasta el final del concierto, logrando que el público estuviera inmerso en el mundo draconiano, teniendo a sus oyentes completamente hipnotizados, con los temas que le siguen, que son: Dishearten, The Morningstar, Pale Tortured Blue, The Amaranth, Daylight Misery y el último, Death, Come Near Me.

La conexión que existe entre el público y la banda es única; cada miembro, en lo posible, interactúa muy genuinamente con los asistentes, en especial los vocalistas, permitiéndoles tocar sus manos mientras cantan, se dejan fotografiar, ente otros. Si bien, en las grandes intervenciones de la banda, solo se escuchan “gracias Santiago”, “thank you very much” u otras frases del estilo, no deja de ser menor el carisma que proyectan, el amor hacia su público y por lo que hacen, es una entrega total por parte de los suecos, y eso se torna más importante aún porque es primera vez que se presentan en Chile.

Y como extra, luego de las fotos oficiales de final de show, cuando los asistentes se disponían a retirarse del recinto, ¡aparece nuevamente en el escenario Anders y vocifera por el micrófono “hey! Do you wanna one more song?”, momento en que todo el público de Club Chocolate se sorprende y vuelve rápidamente a sus ubicaciones para disfrutar de esta sorpresa que nos tenían Draconian. Toda la banda vuelve al escenario a tocar, esta ves sí, su ultima canción de la noche: Bloodflower de su álbum Turning Season Within, que logro encender nuevamente la llama del público, dejando más que satisfechos a todos los asistentes.

El concierto se extendió aproximadamente por 2 horas y 20 minutos, un tiempo bastante correcto para la magnitud de las canciones presentadas, donde no hubo pausas largas ni encore (momento en que la banda sale del escenario para luego continuar con el show). Como dije, un concierto bastante disfrutable y que dan ganas de más. El recinto escogido fue perfecto para esta velada marcada por el Doom Metal, la cantidad de gente que asistió fue más que precisa y se mantuvo todo en un equilibrio que permitía disfrutar de una función plenamente.

Review por: Matías Alarcón

Fotografías gentileza de: Francisco Aguilar @franciscoaguilar.ph

 

 

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