El baterísta de Rammstein tuvo una banda con dos espías del gobierno

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La carrera musical de Christoph “Doom” Schneider comenzó en plena Guerra Fría en la escena underground de finales de los ’80. En una entrevista recuerda aquella etapa de su vida.

Rammstein es una banda que acumula una gran cantidad de historias a lo largo de su carrera. Lo curioso es que antes de que se formara la banda de metal industrial más popular del mundo, sus componentes formaban parte de la escena musical underground a finales de los ’80 en Alemania del Este. El muro de Berlín seguía en pie.

La carrera musical del baterísta Christoph “Doom” Schneider comenzó mucho antes de formar Rammstein. A decir verdad, antes de que cayera el Muro de Berlín en Alemania, formó parte de la escena musical underground a finales de los ’80 e incluso tenía una banda en la que militaba dos espías del gobierno. En una entrevista con Metal Hammer recuerda cómo era tocar en Alemania del Este. “En el Este teníamos bandas profesionales que habían estudiado música y tenían permiso oficial para tocar”, rememora Schneider. “Se les permitía trabajar como profesionales y tenían derecho a cobrar dinero por sus conciertos”.

Pero antes de llegar a ese status, un músico tenía que pasar por varias pruebas. “Si eras un aficionado, tenías que clasificarte en un cierto nivel. ¡Había tres niveles, y llegué al primero! Tenía un certificado que me permitía cobrar cuatro marcos alemanes por hora cuando tocaba un concierto. Sin este certificado era ilegal hacer conciertos y no se te permitía contactar con los promotores”. Reconoce que no era el mejor sistema para los aspirantes a música, pero la gente tenía que aceptarlo porque no había otra alternativa.

¿Cómo se conseguía este certificado para ser considerado música en Alemania del Este de aquella época? “Para obtener tu certificado, tenías que tocar frente a una comisión, como un jurado, que decidía si tenías las canciones correctas. Solo se permitía tocar versiones de otras bandas en el 40 por ciento del set, el resto tenía que ser material propio”, explica Schneider, y confiesa que dicha regla fue muy beneficiosa para los grupos, porque tuvieron que componer sus canciones,“por lo que había muchas bandas interesantes en ese momento”.

Hablando sobre su carrera Schneider repasó la historia de su primera banda Die Firma, cuyas letras no cumplían con las normas del gobierno. “Die Firma era como una banda punk de nueva ola”, relataba el batería de Rammstein“El estilo era un poco oscuro, con influencias góticas. Teníamos letras que protestaban contra el sistema. Esto no estaba permitido, por supuesto, éramos una banda underground”.

Aunque formar parte de la clandestinidad no te salvaba de la supervisión del gobierno “El gobierno tenía a su gente en todas partes: espías del Servicio Secreto”, recordaba. “Lo que fue divertido es que no podía imaginar una banda más dura que la mía en ese momento, y teníamos a dos personas en la banda que eran espías: ¡el cantante y el teclista! Increíble”.

Eso sí; aclaraba el artista alemán que no formaban parte del Servicio Secreto. “No eran profesionales: eran espías contratados que recibían un pequeño pago y de vez en cuando tenían que informar sobre la escena musical”. Una escena underground en la que también se formaron el resto de sus compañeros de Rammstein.

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