[Live Review] ARCHGOAT, Los cuernos de guerra de lucifer en Chile
12 de marzo 2025 Sala RBX
Otra noche más en esta extensísima cartelera musical en Santiago, y eso que el año recién está comenzando… Ahora es el turno de una de las bandas más icónicas de la escena Black Metal a nivel mundial: ARCHGOAT. Un sonido crudo, desgarrador, intenso y blasfemo en su máxima expresión, lo que los hace tan interesantes y explica por qué su propuesta musical ha perdurado desde 1989. Su estilo es muy similar a lo que muchas bandas hacían en su natal Finlandia, uno de los países que respiran metal en el aire y que posee el récord de ser el país con más bandas de metal por habitante. Junto a Beherit e Impaled Nazarene, ARCHGOAT se posiciona como una de las agrupaciones más emblemáticas de esa escena.
El lugar elegido para la ocasión es la clásica Sala RBX de la comuna de Ñuñoa, un sitio perfecto para llevar a cabo este ritual. La banda encargada de abrir los fuegos fue DEMONIAC, desde la ciudad de Limache; una acertadísima elección, sin duda alguna.
A eso de las 20:00 horas, puntualmente, sale a escena una de las bandas que ha logrado hacerse un nombre dentro de la escena nacional en poco tiempo. Provenientes de Limache, todos sabemos que para las bandas de provincia el camino suele ser más largo en comparación con las bandas santiaguinas, pero estos limachinos acortaron ese tramo a punta de esfuerzo. Incluso estuvieron en el HELSINKI METAL FESTIVAL por “MÉRITO PROPIO”.
Su set fue muy corto, casi media hora, pero bastó para hacer rodar algunas cabezas entre los asistentes, que de a poco repletaban el recinto de Ñuñoa. La puesta en escena fue poderosa e intensa por momentos, mostrando un Blackened Thrash Metal ejecutado a la perfección. Lograron poner los pelos de punta y generar ese feeling y complicidad con el público, liderados por su frontman Javier Ortiz, quien dejó en claro y lo reafirmó siempre el potencial que tenemos como escena.
En lo personal, me quedé con ganas de más, pero sabemos que así es para los teloneros. A menudo, mucha gente no los va a ver, pero en este caso no fue así. Con temas como “La caída”, “Veneno” y cerrando con “El final”, pusieron el broche de oro a su presentación.
Ya entrando a las 21:00 horas, salta a escena el plato fuerte: la banda liderada por los gemelos Puolakanaho, dispuesta a dejar literalmente a todos pidiendo “agüita”, como decían los tatas.
Un setlist de 16 temas que viajó a ratos por su extensísima discografía, incluyendo discos como The Luciferian Crown y Penis Perversor, por mencionar algunos. Este power trio salido del averno nos mostró de qué son capaces sobre el escenario. Con su frontman Lord Angelslayer en el bajo y las voces, la batería de guerra a cargo de Goat Aggressor, y la guitarra de Ritual Butcherer, afilada como la mismísima guadaña de la muerte, declararon la guerra a una Sala RBX tan calurosa como el infierno mismo, ya completamente repleta de gente.
La banda desató todo el poder que solo un acto de esa magnitud puede entregar, presentando un setlist variado, como mencioné antes, con temas como: Heavens Ablaze, Lord of the Void, Jesus Christ Father of Lies, The Apocalyptic Triumphator, Goat and the Moon, Messiah of Pigs, Darkness Has Returned, Rise of the Black Moon, Goddess of the Abyss of Graves, Nuns, Cunts and Darkness, Hammer of Satan, Grand Luciferian TheophanyBlack Messiah, Death and Necromancy, Soulflay, Penis Perversor Todo esto en poco más de una hora.
Algo que noté y que se extrañó, al menos de mi parte, fue la poca o nula comunicación de la banda con el público. No dirigieron ni una palabra a los asistentes, lo que dejó una sensación fría entre tema y tema. Sin embargo, en el ámbito musical, demostraron ser una banda sólida y curtida en batalla, mostrando cómo se toca Black Metal en su forma más primigenia y cruda.
Un sonido sucio, pero en el buen sentido de la palabra, con riffs que por momentos rozaban el Thrash Metal, creando atmósferas cargadas de blasfemia y de ataque directo al cristianismo.
¡Qué buenos tipos!
La noche en la Sala RBX fue una auténtica cátedra de metal extremo. DEMONIAC abrió con fuerza, demostrando que las bandas de provincia también pueden dejar una marca profunda en la escena nacional. Su energía y entrega fueron el preludio perfecto para lo que se venía.
Cuando ARCHGOAT tomó el escenario, la sala ya era un horno infernal rebosante de fanáticos. El trío desató una tormenta sonora sin piedad, repasando sus himnos más blasfemos con una precisión demoledora. Sin palabras innecesarias, dejaron que la música hablara por sí sola, mostrando ese Black Metal primitivo y crudo que los ha mantenido como leyendas desde 1989.
Una noche de ritual oscuro, sudor y poderío, donde el público se fue con el alma golpeada, pero el corazón lleno de metal. Santiago fue testigo de cómo el infierno se abrió por unas horas… y nadie quiso salir.
Por Octavio Ramos
Fotografías gentileza de : Francisco Aguilar